La exposición de entretenimiento electrónico de Los Ángeles –más conocida como E3– es el evento de videojuegos más importante del mundo, donde las empresas presentan sus grandes novedades. Este año Sony y Nintendo han llevado la voz cantante, presentando sus dos nuevas consolas: PS Vita y Wii U.
El E3 concentra durante una semana todas las miradas de aficionados y profesionales del mundo del videojuego. Es en esta feria donde se presentan siempre las principales novedades de la industria y donde se marca la tendencia a seguir por el sector durante el próximo año. Este año han sido las grandes empresas japonesas, Sony y Nintendo, las que han presentado sus nuevas consolas, dejando a Microsoft, que fue la absoluta protagonista de la pasada edición, en un segundo plano.
Wii U, la reinvención de un superventas
La Wii ha sido, y es, el gran éxito de Nintendo. Con 86 millones de consolas vendidas, Nintendo ha conseguido colarse en los hogares de todo el mundo, pero, a cambio de ser más accesible, ha perdido presencia entre los jugadores hardcore, los de toda la vida, que no han dudado en tachar a la Wii como una consola “infantil” y poco potente. La compañía nipona intenta con su nueva consola recuperar parte del prestigio perdido entre los fanáticos del videojuego, con una máquina más potente y versátil que presenta novedades interesantes de cara a los jugadores veteranos, sin renunciar al público casual.
La principal novedad de la nueva Wii U es su mando, un sorpredente periférico que bien podría ser una consola en sí mismo, con giroscopios, pantalla táctil de 6.2 pulgadas, cruceta, botones, cámara y micrófono. Mediante este nuevo mando se podrá interactuar con los juegos de otra forma, como por ejemplo consultando mapas o accediendo al inventario –tal como se ha podido ver en la demo técnica de un nuevo Zelda–. A falta de conocer las especificaciones finales de la consola, se ha confirmado que podrá reproducir contenido a 1080p sobre HDM, y que la calidad gráfica estará a la altura de la competencia, solventando así la principal falla de su predecesora. La nueva consola, además, será compatible con todos los juegos de Wii, así como con sus mandos que servirán, sobre todo, para reforzar las partidas multijugador, para las que no habrá que tener mandos de Wii U, que, presumiblemente, no serán baratos.
PS Vita, la evolución lógica de la PSP
Sony ha presentado en el E3 su nueva consola portátil, una evolución continuista de la PSP, muy similar en cuanto a concepto y estética, pero con una prestaciones que quitan el hipo. La base de la PS Vita, que ya se había filtrado en Internet, es un procesador ARM Cortex A9 de cuatro núcleos y una pantalla multitáctil de 5 pulgadas de tipo AMOLED, con resolución de 960 × 544 píxeles. El procesador es una bestia comparable a la que podemos encontrar en la PlayStation 3, lo que hace que podamos encontrar una capacidad gráfica similar a la de la sobremesa de Sony.
Además de su insuperable potencia, la PS Vita incorpora todos los elementos necesarios hoy en día en un dispositivo portátil: WiFi, 3G, giroscopio, acelerómetro, brújula, puertos USB, GPS, micrófono, altavoces y bluetooth. La consola, siguiendo la línea de su predecesora, se presenta también como un completo lector multimedia, con capacidad para reproducir todo tipo de archivos de audio y vídeo.
Sony no ha anunciado la fecha final de salida pero, según han comentado en los medios diversos directivos de la compañía, previsiblemente verá la luz antes de fin de año. Lo que sí se ha confirmado es el precio, 249 euros el modelo WiFi y 299 el de WiFi y 3G.
Los estudios muestran sus cartas
En el E3 también se dan a conocer las principales novedades en cuanto a juegos se refiere. Este año ha estado marcado por las presentaciones de los nuevos títulos de sagas como Bioshock, Tomb Raider, Mass Effect, Uncharted, Forza Motorsport, FIFA, Hitman, Zelda, Call of Duty y Silent Hill, que han ganado en protagonismo frente a las nuevas historias, que tienen más dificultad para llamar la atención.
Uno de las presentaciones que más ha sorprendido es la del nuevo
Bioshock Infinite, que abandona la ciudad sumergida de Rapture. Las historia, totalmente nueva, se desarrolla en otra ciudad utópica, la urbe flotante de Columbia, y otra época, 1912. La ciudad de Columbia, al igual que Rapture, vive un proceso de desintegración y guerra entre dos facciones rivales, en el que nos veremos envueltos sin remedio.
Otro título que parece reinventarse por completo es Tomb Raider, que contará en su nueva entrega los inicios de Lara Croft como aventurera, con solo 21 años. El cambio estético, hiperrealista, es sorprendente y rompe con el estilo de toda la saga y, también, con su experiencia jugable, que esta vez parece acercarse al survival horror.
Las continuaciones de Mass Effect, Uncharted y Battlefield, pese a su aparente continuismo, también se han alzado como lo mejor del E3. En el caso de Mass Effect 3, estamos ante el último capítulo de la trilogía que, a falta de conocer con detalle, parece la más épica y trascendental de las entregas, con una mayor profundidad argumental.
Otro de los títulos que ha causado furor en el E3 es la nueva aventura de Zelda que será, previsiblemente, el último gran juego para Wii antes de que sea sustituida por la nueva consola de Nintendo, y que saldrá a finales de año. El nuevo Zelda se ha diseñado expresamente para Wii –no como la anterior entrega, que se pensó para GameCube– y exprime por completo la capacidad gráfica de la consola así como las posibilidades del Wii MotionPlus. Siguiendo la mecánica de todos los zeldas el nuevo título,
Legend of Zelda: Skyward Sword, nos transportará a un nuevo Hyrule, con elementos, personajes y territorios conocidos, pero reinventados para la ocasión.